So go on and make them remember your name.

Ya lo decía Benedetti con su "ser jóvenes sin prisa y con memoria, situarse en una historia que es la suya, no convertirse en viejos prematuros".

La tendencia que, por moda o por falta de personalidad, hace que interpretemos papeles que realmente no nos pertenecen nos deja fuera de lugar, fuera de nosotros mismos.
Intentar ser algo que no te representa no es más que engañarte a ti mismo.

When I feel you it's alright.

Por mucho que pase el tiempo, por mucho que aparentemos estar bien.
Seguimos echándote de menos y más en tardes como hoy.

Los días de domingo que pesan como años.

Tal vez haya dejado esto olvidado o simplemente apartado. Los veranos son para disfrutarlos y eso estoy tratando de hacer con el mío, pensando lo menos posible.

Pero oye, que de vez en cuando volver a la rutina tampoco está tan mal. Aunque no todo sea como lo habíamos imaginado; aunque nos falten sonrisas y nos sobren jueves oscuros, perdamos confianza y ganemos distancia con muchas personas, aunque los días sean cada vez más cortos y huelan un poquito más a invierno.

Un año más llega septiembre, la vuelta a la normalidad; días largos, noches eternas, agobio, estrés e incluso comidas absurdas de cabeza.
Pero oye, que a veces el verano no es tanto y echas de menos llegar a las 9 de la mañana moribunda a clase, entrar con los ojos aún casi cerrados y ver como tus amigos sonríen a verte; eso es algo que de verdad llena.

Y aunque vayamos a echar muchísimo más de menos (si cabe) el verano durante este curso siempre nos quedara esa satisfacción.

No queremos más miedos.

Bienvenido Septiembre.

Nada es para siempre.

Ni si quiera los mejores sueños lo son.

Spinning 'round.

Darse cuenta de la realidad no siempre es tan fácil como pensamos, ¿hace daño? está claro, pero mejor saber lo que hay a vivir una vida de cuento.

'Me quedaré hasta que cambie el tiempo.'

Hay personas que están tan ocupadas que no ven más allá de sus narices.
Ese tipo de personas que no disfrutan de lo que les ofrece la vida.


Que tarde o temprano se darán cuenta de que han invertido todo su tiempo persiguiendo ese ideal de persona que querían ser perdiendo así el tiempo para disfrutar de lo que realmente eran.

Se trata de hacer todo un poco más sodolipiaescotilisgifralicapersu.

-Conozco a un tipo con una pata de palo que se llama Smith.
+¿Y cómo se llama la otra pata?

Feliz día mami.

Ahí, desde que tengo uso de razón, a mi lado y sonriendo con una sonrisa que arrancaba al resto.

Abrazos, besos de bebé, sonrisas antes de entrar en el colegio y según volvía a casa, consejos, enfados y gritos, fotos, vídeos y sorpresas. Todo un mundo que se me ha terminado, que nunca volverá, al menos no a su manera. Con su facilidad para hacernos creer que todo iba a ir bien aunque fuese el proyectos con menos salidas de la historia, su fuerza y su entereza ante cualquier situación. Todas esas cosas que envidiaba y me hacían estar orgullosa de ella.

Mi mamá, que como todas las vuestras se merece un homenaje en un día como hoy.

Te quiero muchísimo, sigue a mi lado.

Pasamos la vida en un parpadeo.

Tanto problema acaba con la poca humanidad que nos queda a las personas.
Dejamos de preocuparnos por lo realmente importante para poner sobre la mesa problemas absurdos creados por personas incapaces.

Parece que nadie es capaz de abrir un poquito los ojos para darse cuenta de la realidad, para empezar cuanto antes a aprovechar el momento.

Una ráfaga de viento que nos los arrebató todo.

Si pudiésemos volver atrás todo sería más sencillo. Un último abrazo,  beso, un último "todo irá bien" con su correspondiente te quiero.
Nunca nada volverá a ser lo mismo, las conversaciones de antes de dormir, los abrazos sin decir nada más. Te necesito aquí a mi lado, necesito tu hombro muchas veces y tu mano otras tantas.
Nunca pensé que se podría echar de menos de esta manera.

Necesito volverte a escuchar.

Curarse de humildad.

Probar cosas nuevas, sentirse diferente.
Nadie dice que sea malo pero nunca te olvides de quién eres realmente. Las modas están sobrevaloradas, la personalidad vale mucho más.
Ser tú mismo es lo que te hace ser especial.

Mordisquitos.

Todo empieza por casualidad pero dicen que así empiezan las mejores historias.


Desde matar zombies hasta ser abducido por alienígenas durante las siestas pasando por cajas llenas de gummys, viñas, ojos en las manos o bordillos demasiado altos.
Tus mil cartas, nuestros mil momentos.
Eres especial, eres mucho más que eso y de verdad que no hay forma humana de agradecerte todo lo que haces día a día por mí.

Eres lo que todo el mundo desearía tener cerca, eso tenlo claro, y por eso agradezco al mundo día a día que estés a mi lado.
Gracias por los días buenos y por los que no lo fueron tanto, por cada sonrisa, cada abrazo y cada palabra. Podría pasarme años dándote las gracias porque eres esencial, así que lo resumiré a un GRACIAS POR TODO. 

Es un simple número, un 62 que implica mucho más que cualquier cosa.
Llegados a este punto deberías tener claro todo lo que eres para mí, no me faltes nunca por favor.

Te quiero muchísimo Alberto. 

Una sonrisa con mil historias.

Doce meses, trescientos sesenta y seis días. El tiempo pasa mucho más rápido que los sentimientos y debemos hacernos a la idea cuando antes por muy duro que sea.
En todo este tiempo he conseguido darme cuenta de que aquel 26 se fue parte de mí con ella, de que por las mañanas me cuesta más levantar y por las noches no puedo evitar recordar dos o tres de los miles momentos que nos dio; una sonrisa, un abrazo, palabras, sorpresas, simplemente su forma de ser.
"El tiempo cura las heridas", eso dicen, bajo mi punto de vista hay vacíos que nadie podrá volver a llenar nunca, por mucho tiempo que pase. Este tiempo también me ha enseñado que las fechas no son las culpables, que las verdaderas enemigas son las noches, sobretodo esas noches en las que incluso tu propia habitación te ahoga.
Lo duro es despertar y saber que un día más no verás su sonrisa ni escucharás aquella carcajada tan peculiar, que al volver del colegio no habrá nadie que vaya corriendo a darte un beso de esos de bebé, que antes de dormir no te arropará hasta las orejas ni te dirá que sueñes con cosas bonitas, que ella se lleva las cosas malas desde su cuarto y que tampoco verás como antepone todo por verte feliz porque todo eso se me ha ido, nadie sabe cómo ni a dónde pero se ha ido.

Tras este duro año nos toca asimilar cada día un poquito más todo esto y darnos cuenta de que tenemos que disfrutar de todo lo que tenemos antes de que sea demasiado tarde, que ya habrá tiempo para arrepentirse.

Una vez más, TE QUIERO como solo una hija puede hacerlo.
HONOLULU.

Una lágrima se ahorcó, harta de tanto llorar.

Hola.
¿Recuerdas cómo era nuestra Navidad?
Sí, era esa que empezaba en el puente de diciembre, cuando poníamos el árbol y todos los adornos. Eran esos días en los que nos juntábamos todos para ser un poquito más felices de lo que ya eramos. Era la mejor época del año, las calles olían a ilusión y nuestras sonrisas eran incluso más anchas.
Lo teníamos todo.

Dicen que las cosas cambian y que la felicidad absoluta no existe o al menos no está al alcance de cualquiera. Realmente no soy quién para creerlo, yo solo sé que entonces solo me preocupaba por afinar villancicos y pasarlo bien.

De lo que sí que estoy segura es de que las cosas han cambiado mucho y no precisamente para bien. Los más mínimos detalles nos hacen hundirnos, incluso nos tiembla la voz al hablar de ello. A pesar de eso, muchas veces es justamente eso lo que necesitamos, hablar y no tratar de distraernos como solemos hacer.

En cualquier caso ya nada es ni será como antes y más nos vale irnos acostumbrando a esta nueva rutina en la que las buenas sorpresas y buenas personas sean la base; ya no vale eso de confiar en cualquiera.

Sobretodo saber que están a nuestro lado desde donde quiera que estén es lo único que debemos recordar.