7 de julio de 2014

Vamos a esquivar la soledad.

Quizá sea porque el verano parece algo más frío, porque ya nadie se acerca descuidado al borde de la piscina para que alguien empuje por detrás, porque las tardes no vuelan dando vueltas en bici a una pista de tenis, dando conciertos o jugando al escondite.
El caso, por la razón que sea, es que las cosas han cambiado, se han ido esfumando poco a poco.

Los días ya no son lo mismo y sí, reconozco que echo de menos, echo de menos todo.
Y aún hoy en día deseo con todas mis fuerzas volver al pasado o que el pasado vuelva a mi; más que un deseo es una pura necesidad.

No sé vivir así.

No hay comentarios:

Publicar un comentario