Echar de menos, un mito que pocos conocen.
Un día te levantas, sientes que te vas a comer el mundo; después te das cuenta de que tú solo no puedes.
Sientes que no estás completo, que te falta algo.
Es entonces cuando te das cuenta de lo que es echar de menos de verdad. No como cuando te despides de tus amigos por las vacaciones de verano o cuando vas a tu primer campamento y quieres volver con tus padres.
Echar de menos de verdad, echar de menos para siempre.