28 de septiembre de 2012

Noches.

Llegas a casa, te dejan solo y te das cuenta de que ya nada es igual.
Ya no está esa sonrisa que te recibía preguntándote si todo había ido bien, tan solo el silencio que nos queda para recordarlo.




Y es que a veces necesitamos eso, recordarlo todo aunque nos vengamos abajo. Solo así logramos comprender lo dura que es la vida y el daño que nos hace creer en ella.

Simplemente se trata de aprovechar al máximo cada segundo por lo que pueda venir después. Ya habrá tiempo para lamentarse. No dejes que la vida te gane esta partida.

25 de septiembre de 2012

Aunque pase el tiempo, siempre aquí.

Y aunque nos asuste la idea, el frío y la rutina están de vuelta.

Ya no podemos dormir en braguitas o salir a la calle sin cazadora, tampoco podemos quedar para ir a tomar helados sin temer por nuestras gargantas.



Vuelve la época de despertar a horarios inhumanos cuando ni si quiera han puesto las calles y tener que abrigarte como si de un viaje al polo se tratara.
Vuelven las tardes encerrado en casa junto al radiador y el ver pasar los coches por la ventana.

Lo peor de todo es que vuelven las nubes y la lluvia. Esos días oscuros en los que solo queda espacio para el recuerdo de los mejores y los peores momentos que has vivido; esos que han construido tu vida, cada detalle.
Aprovéchalos.